LA BRUJA DEL MAL
Habían pasado ya muchas eras desde la creación de la vida en el tercer planeta de la quinta galaxia, el planeta en mención, había perdido casi la mitad de su población en las dos últimas décadas, los ancianos denominaban a esto como la “venganza de la Naturaleza” la contaminación había acabado con casi un 75% de la tierra, casi no existía áreas verdes y el agua era muy escasa. En un lugar muy recóndito aún existía una gran población de extensas áreas verdes, muchos lugareños conocían al lugar como “El bosque de la bruja del mal” o simplemente el bosque de Nayri la malvada bruja.
A estas alturas el lugar ya llamaba mucho la atención de varios países altamente desarrollados los cuales querían apoderarse del lugar para poder sobrevivir, claro está que ya nadie se preocupaba mucho de los animales salvajes.
La noticia de la existencia de este lugar llego a los oídos de un joven de 24 años que ya había perdido a su familia y a varios de sus amigos, él quería entrar en las profundidades de ese lugar para darle cierto significado a su vida, quería probar que la tal bruja sólo existía en la imaginación de los hombres de ese lugar. Sin pensarlo dos veces viajó a ese lugar, después de unos cuantos días de viaje llegó al pueblo más cercano a aquel bosque. Al día siguiente después de instalarse en el lugar estuvo preguntando a los pobladores como podía entrar, algunos sólo se burlaban de él, otros simplemente lo ignoraban y pocos le daban ciertas pistas de cómo podía entrar en aquel lugar; no obstante nadie lo quería ayudar, ya que él quería llegar hasta el centro del lugar donde se dice que vivía Nayri, de tanto buscar sólo pudo convencer a un señor, de casi unos 50 años de edad, a acompañarlo hasta la entrada del bosque.
- Bueno joven sólo puedo acompañarlo hasta acá, espero que le vaya bien – le dijo el aldeano, pero su rostro reflejaba algo así como un pesimismo. El joven muy sonrientemente le agradeció, cogió su mochila azul y se puso en marcha.
Después de una media hora de caminata y después de sólo ver vegetación pudo observar y percibir varios animales, él no estaba preocupado, se decía a sí mismo que tenía todo en su mochila. Después de un momento de caminata llegó a un punto donde ya no había camino, así que sacó un machete y comenzó a crear su propio camino. Después de varios minutos más de caminata escuchó a lo lejos algo como un río, se preocupó un poco ya que tal vez encontraría animales peligrosos así que tenía que andarse con cuidado, siguió caminando y algo se le cruzó.
- Qué fue eso – pensó y trato de recordar lo que había visto.
- Tenía alas y rostro humano, no, debo estar alucinando – se dijo y siguió caminando.
- Al fin encontró el río y un puente hecho de ramas - si nadie llegó hasta acá ¿por qué existe un puente? – pensó.
- tal vez sí existe esa bruja – el joven no pudo evitar sentir cierto temor; pero ya estaba ahí y no quería retroceder.
Cruzó el puente, se topó con un pequeño camino entre los árboles, decidió seguirlo, pero esta vez con mayor cuidado viendo de un lado para otro y con machete en mano, hasta que escuchó un ruido, se apresuró a esconderse, el lugar estaba cambiando, de eso no había duda, inclusive parecía que las plantas y flores del lugar se ponían más hermosas, hasta que apareció, era ella, no había duda, estaba con una capa color rosa, ella se encontraba al lado de una especie de camilla que tenía a un jabalí en ella; sin embargo esto no era lo impresionante, lo increíble era que la camilla flotaba al lado de ella, en ese momento se detuvo para dar de comer a unos pequeños monos que quién sabe de donde salieron, él se dio cuenta que ella cuidaba de la flora y fauna del lugar.
- Tengo que verla – pensó.
Con mucho cuidado y cautela trato de acercarse un poco más y buscar un buen lugar para tratar de ver su rostro; pero aún no lograba verla, hasta que sucedió, si ella era la bruja del mal, si ella era Nayri, entonces era la bruja del mal más linda y tierna que el joven haya visto o conocido alguna vez, aún no salía de ésta impresión cuando entró en otra, algo más había aparte de animales y plantas, había seres extraños que el joven nunca antes había visto, entre ellos logró divisar a unas cosas blancas con alas casi como espectros pero con rostro humano y unos pequeños seres que le hizo recordar a los duendes de los cuentos, aún después de ver todo esto él no lo podía creer, él sólo aceptaba lo científico y esto era definitivamente anti-científico, por decirlo así, después de esto, en un abrir y cerrar de ojos la bruja había desaparecido.
- ¿Qué? ¿dónde se fue? – se dijo, salió de su escondite, desesperadamente trató de encontrarla de nuevo; pero se había perdido, como ya iba anochecer decidió acampar en aquel lugar.
Después de eso pasaron varios días y ni rastro de ella, el joven ya estaba desesperado, no tenía mucha comida, estaba realmente perdido, definitivamente este era su final, se tiró al suelo, ya no quería levantarse, miro al cielo que en ese momento se estaba nublando anunciando que llovería, de pronto a lo lejos escuchó una explosión, se levanto rápidamente tomó los últimos sorbos de agua que tenía y corrió en dirección del sonido, después de un rato más escucho otra explosión.
- Y ahora qué pasa – se preguntó.
Cuando llegó al lugar pudo observar que varios hombres con armas que bajaban de máquinas voladoras, trataban de matar a Nayri, por que ella estaba impidiendo que destruyeran el lugar, tanto Nayri como el joven sabían que ellos querían invadir ese lugar sólo para tener espacio donde vivir, él logró ver que Nayri lanzaba hechizos y conjuros sobre ellos y sus maquinarias, ayudada de varios de sus amigos mágicos ya antes vistos por él, cada vez venían más y más hombres armados, el joven al ver esto pensó que pronto llegaría el momento en que Nayri no podría contra todos ellos, sentía un gran temor, primero porque no quería que le pasara nada malo a Nayri, segundo por que tenía miedo de en vez de ayudar estorbar ya que se enfrentaría a soldados muy bien equipados con armamentos de guerra, en ese momento escuchó a uno de ellos decir - maldita bruja – y pudo observar que le tenían planeado una emboscada, si tenía que hacer algo para ayudarla, tendría que hacerlo inmediatamente, después de pensar en eso con mucha suerte logró ver a una de esas maquinarias de tierra tirada en el suelo a causa de una explosión, sin pensarlo más se subió a ese artefacto de guerra, se sujetó fuertemente a los controles del artefacto y con un gran grito empezó a disparar por la espalda a todos los soldados que querían tenderle la emboscada a Nayri, el sonido del grito y los disparos alertaron a Nayri y sus ayudantes, Nayri se dio cuenta de que el joven la estaba ayudando, también de que la situación estaba empeorando, sólo había una forma de salir de esto y era llamando a los antiguos guardianes del lugar, ella no quería hacer esto desde antes porque los antiguos guardianes pensarían que Nayri no puede cumplir con su deber; pero no había mucho por hacer, levantando ambas manos y pronunciando palabras que sólo ella conocía, muchos árboles de gran tamaño aparecieron en el campo de batalla pisando y destruyendo toda las maquinarias de guerra, con la ayuda de Nayri y sus aliados lograron botar definitivamente a los invasores, cuando se calmó todo, el lugar se encontraba cubierto de cadáveres de animales, duendes, humanos, hadas y mucha flora destruida, a unos metros de ella se encontraba el cuerpo del joven, ella corrió hacia él pudiendo notar que estaba inconsciente, se preocupo por sacarlo de la maquinaria lo más cuidadosamente posible al hacer esto ella pensó que al ver todo este desastre los ancestrales árboles no estarían contentos; mas eso ya no le importaba, sólo le importaba la salud del joven; sin embargo nada de eso pasó los árboles se pararon firmemente y elevaron sus rostros al cielo como si estuvieran rezando, después de unos minutos uno de aquellos árboles, probablemente el más viejo, se acercó hacia donde se encontraba Nayri y le dijo:
- En verdad oh bondadosa bruja, este trabajo que se te encomendó es bastante peligroso en estos tiempos donde ya las áreas verdes se extinguen y es nuestra decisión, sin desmerecer tu abnegable cuidado de nuestras tierras como guardiana del lugar, ayudarte en el cuidado del él, ocultaremos el bosque separándolo de la tierra y convirtiéndolo en una isla y para orgullo nuestro, es nuestra voluntad oh querida amiga de la naturaleza y poderosa conocedora de lo mágico, coronarte como reina del bosque.
- Dicho esto todos los seres vivos del lugar gritaron al unísono - ¡larga vida a la reina Nayri!
Cuando el joven despertó estaba en una cabaña muy bien cuidada, no había duda alguna se encontraba dentro de la cabaña de Nayri, cuando sus ojos lograron abrirse por completo, su mirada se dirigió hacia el rostro de Nayri quien se encontraba a su costado, pudo observar que ella le sonreía – que linda sonrisa – pensó el joven; pero lo que más le agrado fue los ojos que ella tenía, algo único en el mundo…
Publicado por: Montañez Rodriguez Andy Jean (Greem)
No hay comentarios:
Publicar un comentario